Transporte por ductos para la captura de carbono​

Una vez que el proceso de captura de carbono elimina el gas CO₂  de la fuente, por lo general está licuado bajo compresión a baja temperatura y bombeado por las redes de ductos y válvulas para que pueda almacenarse bajo tierra o usarse en otros procesos químicos downstream. Para mantener el CO₂ estable en su fase líquida para el transporte de larga distancia, debe mantenerse bajo presión constante, lo que requiere compresores en etapas a lo largo de los ductos. 

Debido a que el dióxido de carbono es corrosivo para el acero, la integridad de los ductos debe monitorizarse y mantenerse constantemente para evitar la liberación de CO₂  en la atmósfera, lo que frusta todo el propósito de la captura de carbono. Al mismo tiempo, porque el CO₂ líquido se transporta bajo tan alta presión, todas las válvulas y otros sistemas de control final deben funcionar de manera confiable en todos los puntos de la infraestructura del ducto sin fugas, o de nuevo, el valor de la captura de carbono se pierde fácilmente. Los compresores, como todos los equipos rotativos, tienden a fallar si no se monitorizan y mantienen adecuadamente, lo que puede alterar el caudal en la red y provocar pérdidas de contención.

También, en la licuefacción, el contenido de agua en el CO₂  puede causar fugas y debe ser controlado cuidadosamente.

Poder detectar y localizar fugas en los ductos en tiempo real les permite a los operadores abordar el problema más rápidamente, lo que disminuye las emisiones. Las soluciones de automatización permiten a los operadores de ductos entender el impacto de la corrosión y mantener un proceso sin fugas al monitorizar continuamente el grosor de la pared de los ductos con los sensores ultrasónicos inalámbricos. Las soluciones de monitorización y alarma en tiempo real identifican rápidamente fugas y rupturas, y las herramientas avanzadas de gestión de datos y los paneles de control agregan información dispar relacionada con la integridad de activos y ductos, lo que ayuda a identificar problemas y mejora el modelado de riesgos. 

Se usan válvulas confiables de alta presión con sellado y empaquetadura superiores de posibles puntos de fuga para minimizar emisiones fugitivas, mientras que las soluciones de válvulas digitales optimizadas garantizan un caudal estable hacia los compresores de licuefacción, lo que evita daños por fallas en el equipo y extiende la vida útil del activo. La monitorización continua de la condición con sensores inalámbricos y análisis de datos proporciona una mayor visibilidad del desempeño del compresor, lo que mitiga el riesgo de paradas, reduce los costos de mantenimiento y previene incidentes de seguridad y medioambientales.