Teoría de los caudalímetros electromagnéticos
Opte por caudalímetros electromagnéticos de alta precisión y sin obstrucciones para una amplia variedad de aplicaciones de fluidos conductivos.
Los caudalímetros magnéticos, también conocidos como caudalímetros electromagnéticos o medidores magnéticos, suelen ser la opción elegida, ya que ocasionan menos obstrucciones, son económicos, bidireccionales y ofrecen una medición de caudal volumétrico precisa. Una gama de materiales de revestimiento, opciones de electrodos y tamaños de línea se adaptan a una amplia variedad de aplicaciones de proceso. Para aplicaciones exigentes de alto ruido, recurra a nuestra plataforma de lodos para obtener un desempeño óptimo. Para saber si un caudalímetro magnético para lodos satisface sus necesidades.
Los caudalímetros electromagnéticos están compuestos por un transmisor y un sensor que miden el caudal de manera conjunta. El sensor del caudalímetro magnético se coloca en línea, y mide un voltaje inducido generado por el líquido a medida que este fluye por la tubería. El transmisor toma el voltaje generado por el sensor, lo convierte en una medición del caudal y transmite esta medición a un sistema de control.
Un electromagnético utiliza un conjunto de bobinas y un par de electrodos para la medición de caudal. El transmisor aplica corriente e impulsa las bobinas del medidor. Una vez alimentadas, se forma un campo magnético entre las dos bobinas. Cuando la tubería está llena y el líquido comienza a fluir, la fuerza del campo magnético provoca que las partículas del líquido con carga negativa y positiva se separen a medida que pasan por el campo magnético. Esta separación provoca un voltaje inducido entre los electrodos y el sensor.
El principio de caudal detrás de los caudalímetros se conoce como Ley de Faraday, que se define matemáticamente como E=k*B*D*V. El voltaje inducido (E) es directamente proporcional a la velocidad (V) del líquido que se mueve a través del campo magnético (B). El voltaje inducido se lleva al transmisor a través del circuito de electrodos. Luego el transmisor convierte este voltaje en una velocidad de caudal cuantificable. El caudal volumétrico del líquido se calcula con esta velocidad conocida y el área de la tubería.
Los caudalímetros magnéticos son aptos para distintas aplicaciones en un rango de industrias, entre ellas pulpa y papel, metales y minería, agua y aguas residuales, alimentos y bebidas, productos químicos y petroquímicos, petróleo y gas. Debido a que el diseño del caudalímetro magnético no deja ninguna protrusión u obstrucción en la tubería, es apto para una serie de aplicaciones, desde líquidos de limpieza y sanitarios hasta lodos y fluidos altamente corrosivos o abrasivos.