Una vez triturada y calibrada, la piedra caliza se almacena en silos antes de entrar en el horno. La cal genera una gran cantidad de polvo durante el proceso de llenado y vaciado. El material se vuelve pegajoso y crea acumulaciones en las paredes del silo. Dado que es una materia prima esencial, los operadores tienen que monitorear continuamente los niveles de inventario a fin de asegurar un suministro continuo para el proceso de producción de la piedra caliza.