Los procesos de tratamiento de aguas residuales utilizan y producen gases altamente tóxicos y combustibles. En las aguas negras y durante el procesamiento de los sedimentos, se puede detectar sulfuro de hidrógeno. Es esencial monitorear el sulfuro de hidrógeno en las cloacas, los sistemas de deshidratación de sedimentos, los digestores anaeróbicos y los pozos húmedos/secos. Durante el procesamiento de las aguas residuales, especialmente durante la descomposición de los sedimentos, también se produce gas metano altamente inflamable. Durante otras etapas del tratamiento, se utilizan otros gases, como amoniaco, ozono y cloro. Debido a la variedad de gases que se utilizan y producen durante el proceso de tratamiento de las aguas residuales, es crucial monitorear atentamente y detectar estos gases para evitar que las personas se expongan a sus efectos perjudiciales, así como para proteger el medioambiente. Deben colocarse detectores de gases, como el Rosemount™ 925FGD Detector de gases fijo, en todas las áreas de las plantas de tratamiento de aguas residuales para detectar rápidamente la presencia de gases tóxicos y combustibles antes de que generen situaciones peligrosas.