El sensor de conductividad toroidal Rosemount 225 está diseñado para utilizarse en aplicaciones farmacéuticas y de alimentos y bebidas donde se requiere un diseño sanitario. Este sensor de conductividad es resistente a la corrosión y contaminación y es ideal para medir la concentración de las soluciones CIP, detectar interfases del producto/agua, revisar la calidad del producto y monitorear los eluyentes en las separaciones cromatográficas.