Después de que el azúcar húmeda se seca, se tamiza y se enfría, se envía a grandes silos de almacenamiento/cúpulas a granel, cada uno de los cuales puede contener hasta 50 000 toneladas. Desde los silos de almacenamiento, el azúcar se entrega en camiones o se transfiere a un silo de embalaje para ser empacada en bolsas. Desafíos: el azúcar se almacena en silos muy grandes o en almacenes con domo donde se distribuye ampliamente a fin de usar la máxima capacidad. La rigidez del azúcar crea formaciones aleatorias de acumulación de material y vacíos dentro del silo o la cúpula. Tanto el tamaño del silo o la cúpula como las propiedades de los materiales hacen que sea extremadamente difícil para los usuarios evaluar de forma continua los niveles de inventario de azúcar.