Para producir gas natural licuado (LNG) se utilizan múltiples procesos, y todos ellos implican refrigerar el gas y expandirlo para convertirlo en un líquido criogénico. Los derrames, las fugas y la posterior explosión son riesgos en cada etapa operativa de la producción de LNG, desde la compresión y odorización hasta el almacenamiento y la distribución. Si bien el líquido criogénico no es inflamable, si el LNG se calienta y vaporiza en el aire, podría formar una nube ascendente de gas de metano que supondría un riesgo de ignición. En una zona confinada, esto podría provocar una explosión. La presencia de refrigerantes también hace necesaria la detección de gases tóxicos en las instalaciones de LNG, para proteger al personal contra posibles daños. Tanto las llamas como los gases, como el butano, el propano y el metano, deben detectarse en las áreas de almacenamiento, compresores y llenado. Debido a la alta inflamabilidad del gas, una detección rápida y fiable es esencial. Las soluciones de detección de gases y llamas Rosemount™ son ideales para la monitorización y detección de fugas de gas y llamas en instalaciones de LNG.