El agua se utiliza para enfriar las toberas que inyectan aire en el alto horno. El flujo de agua de enfriamiento en la entrada y salida de los circuitos de enfriamiento se monitoriza para determinar si hay una fuga en el circuito de enfriamiento, lo que se mostraría como una diferencia entre los dos caudales. La medición del caudal debe ser lo más precisa posible para identificar rápidamente una fuga y confiable para evitar alarmas y paradas innecesarias.
Una fuga en el circuito de agua de enfriamiento cambia la dinámica del sistema de enfriamiento, impactando la reacción en el horno, y disminuyendo el rendimiento y la eficiencia del horno. Si no se detecta la fuga de manera oportuna y se inyecta agua en el horno, se produce hidrógeno que genera condiciones de seguridad peligrosas y provoca erosión en las paredes y el techo del horno, cuya reparación puede ser costosa y llevar mucho tiempo.