Durante todo el proceso de tratamiento, las plantas de tratamiento de aguas residuales utilizan y producen gases y combustibles muy tóxicos como sulfuro de hidrógeno, gas metano, amoniaco, ozono y cloro. En el caso de que un gas combustible como el metano o el amoniaco se inflame, es fundamental contar con detectores de llamas para detectarlas de inmediato antes de que causen más daño. Los Rosemount™ 975 Detectores de llamas pueden detectar incendios rápidamente a grandes distancias y con una gran inmunidad a las falsas alarmas.