Los sistemas de sellos del diafragma ofrecen protección a los transmisores de presión, pero algunos líquidos del proceso y productos químicos agresivos pueden afectar la integridad del instrumento, lo que provoca fallas o incluso la sustitución completa del instrumento. El hidrógeno es una molécula que puede penetrar en el metal al esparcirse en la superficie. En el caso de un diafragma metálico delgado de un transmisor de presión, esto puede provocar una pérdida de resistencia dúctil y de tracción o introducir burbujas de hidrógeno en el fluido de llenado interno. La adhesión de una fina capa de oro a un metal base proporciona protección contra la penetración de hidrógeno, lo que prolonga la vida útil de los instrumentos y protege su inversión.