Muchas frutas y verduras se preparan para ser peladas y enlatadas mediante la exposición a agua alcalina o soda cáustica (NaOH). Para garantizar un pelado constante, la concentración de cáustico en el baño de tratamiento debe mantenerse a una fuerza efectiva. Durante el proceso, el producto elimina una cantidad significativa de cáustico, por lo que el baño debe reponerse continuamente para mantener un volumen y concentración adecuados de solución cáustica. Esto puede implicar la incorporación de agua, según el control del nivel, así como de cáustico adicional, en función de la medición de la conductividad. Debido a su resistencia a la contaminación, la conductividad toroidal es la mejor técnica de medición en esta aplicación. Para procesos relativamente limpios, el Rosemount™ 228 Sensor de conductividad toroidal es la mejor solución. Para aplicaciones con potencial de recubrimiento pesado, el Rosemount 226 Sensor de conductividad toroidal es una mejor solución.